De una charla que Bapak dio en Cilandak la noche trece del Ramadán en1987. Publicada en “Recuerdos de los Últimos Días de Bapak”
Antes de empezar el ayuno, lo importante es sentir una fuerte necesidad, un profundo sentimiento de ayunar, algo así como una obligación interna. Es lo primero a sentir. Después, los detalles en cuanto a qué alimentos tomar, cuándo, cuánto y demás, se aclaran. Lo saben por el Poder de Dios que hay dentro de ustedes, de la guía que reciben.
En realidad, no sólo los musulmanes deben ayunar; todos pueden hacerlo. Es un requerimiento universal para la humanidad, igual que lo es el latihan. Cuando ayunamos, vemos que el latihan es más ligero y fuerte en nuestro interior. Sucede espontáneamente, sin forzarlo. De esa manera pueden sentir que todos sus movimientos y todas sus actividades van acompañadas por el Poder de Dios.
Selecciones de los Pewarta Kejiwaan Subud sobre el Ramadán: agosto 1975, Oct.1973 Nº y 2, y Ayuno y Vida, julio 1976.
Si durante el mes del ayuno no pueden, no tienen fuerza suficiente para ayunar todo el día, intenten hacerlo hasta las cuatro. Si no pueden hasta las cuatro, entonces hasta las tres. Si no pueden hacer eso, inténtenlo hasta las doce....
... así pues, este ayuno, hermanos y hermanas, es en verdad para probarnos, para que lo pongamos en práctica y podamos recibir y sentir lo que debemos hacer y saber también cuál es la base de nuestro sentir interno que normalmente llamamos “talento”. Uno no puede descubrir su propio talento ni saber qué es, si no llevamos a cabo ni hacemos una comprobación práctica del ser de uno mismo. La manera de comprobar el ser de uno –como Bapak repite una vez más, es por medio del ayuno.
Pero, hermanos y hermanas, como Bapak acaba de decir, no ayunen por ayunar, lo que significa que piensan que están ayunando porque no comen ni beben, pero que pueden tomar una bebida si tienen sed. No hagan eso. El ayuno debe hacerse bien, aunque no se haga durante, digamos, los treinta días.
Sí, pueden hacerlo diez días, pero un ayuno bien hecho. De modo que si ayunan lo notarán, lo sentirán.
...De modo que si desean que su naturaleza interna o su ser progresen, si quieren ser alguien valioso en el mundo, no sean perezosos. Libérense de esa pereza, obedezcan los mandamientos de Dios y ayunen cada Ramadán, cada año.