El Subud ha de dejar al que lo practica la sensación de una creación siempre nueva. Nunca se sabe lo que va a salir y este sabor de novedad y frescura solo se da cuando se efectúa, no mecanicamente, casi por rutina, sino como algo siempre inédito, con la disposición psíquica del que abre la puerta de un mundo desconocido y se limita a esperar cuanto sale por esa puerta.
Fragmento del artículo: "El trabajo del Subud", de Antonio Blay Fontcuberta, psicólogo de Barcelona, España.
Publicado en "Acerca del Subud. Literatura especial para probacionistas", editado por Akalia. Flores y Detalles. Bogotá, Colombia.
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